El país y el mundo se encuentren enfrentados ahora a una doble pandemia, una generada por el por el Covid 19, y a otra que empieza a producir grandes estragos, qué es la pandemia económica, en donde muchos empresarios han empezado a cerrar sus negocios al ver la inviabilidad de sostenerlos, generando un incremento grande en el desempleo e impactando un gran número de familias todavía no reportadas en las estadísticas. El Gobierno se encuentra entonces ante una encrucijada, tratando de generar políticas para detener el impacto de ambos fenómenos.
Este viernes 3 de julio el Gobierno ha decidido mantener la medida del Día sin IVA, a pesar de las aglomeraciones que se dieron el pasado 19 de junio. La medida recibió muchas críticas a nivel nacional e internacional, e incluso burlas al bautizarlo como el “Covid Friday”, pues todavía a muchos no les cabe en la cabeza que en pleno pico de la pandemia, Colombia que había mostrado ser cauto en el cuidado de sus conciudadanos, adoptará una medida donde los expondría al contagio. Y ello lo afirmo porque según los psicólogos, en la mente de los seres humanos el “consumismo” lleva al hombre a cometer ciertos actos inconscientes, cargados de imprudencia como los que se pudieron observar ese día. Ejemplos de ello se ven desde hace muchos años en Estados Unidos con el Black Friday, en donde las personas muestran facetas que hasta ellos mismos desconocen. Se pretende ahora inculpar a los ciudadanos por su mal comportamiento y por su falta de educación, al no seguir rigurosamente normas que ya son de conocimiento general; pero no se le puede echar la culpa del mal comportamiento a la población cuando hay una política que desde el principio estuvo mal diseñada. El Gobierno entonces no ha querido reconocer su culpa en este evento, y busca a toda costa generar medidas para reactivar el comercio. Prometen hacer una jornada segura, con el interés de activar el consumo y con ello la circulación del dinero.
Se pretende hacer esta nueva jornada con el argumento de realizar una operación más adecuada y coordinada con las autoridades locales para que no se presenten aglomeraciones en los establecimientos de comercio, permitiendo que las compras se hagan de una manera más ágil y segura.
Algunos alcaldes como la alcaldesa de Bogotá Claudia López, han solicitado al Gobierno que se aplace la jornada del día sin IVA, pero el Gobierno no ha mostrado ninguna intención de hacerlo. Se argumenta que es una responsabilidad individual el cuidado de la salud, pero aunque es cierto porque así lo expresa la Constitución, sabemos que parte de ello radica en la buena educación que se tenga y en Colombia también conocemos que los dineros de la educación  han terminado en los bolsillos oscuros y sin fondo de la corrupción, que no ha permitido que los sectores más vulnerables tengan acceso a una educación digna y de calidad.
Desde la Vicepresidencia de la República se ha recomendado a los alcaldes que permitan extender los horarios de atención, ampliar las jornadas de transporte, cumplir con los aforos y priorizar los medios de pago electrónicos. Mientras tanto el Director de la DIAN está preocupado por volcar toda la atención en las ventas del comercio electrónico, incorporando el esquema de las ventas anticipadas, pretendiendo con esto solucionar los problemas que se presentaron en la jornada pasada. Pero revisando todas esas medidas, la industria nacional sigue en desventaja, porque a pesar de qué el Ministro de Comercio manifestó hace pocos días en una entrevista en Blu Radio, que el interés de su ministerio era fomentar el consumo de productos nacionales, al parecer esto sólo quedó en una frase de cajón, ya que nunca se le ocurrió a él ni al Gobierno crear una fórmula para que se llevara a cabo una estrategia para implementar la propuesta. Cuando escuchamos las intervenciones del Presidente de Fenalco, parece también que su mayor preocupación es que se mejoren las ventas del comercio electrónico; así las cosas, nadie en el alto Gobierno ni en la empresa privada se está preocupando por la sostenibilidad de la grande y pequeña industria nacional.
Para la Vicepresidenta de la República parece que la preocupación está en que las personas de manera responsable eviten las aglomeraciones, mantengan la distancia social, utilicen el tapabocas y tengan cuidado con su higiene personal; pero en el fondo no se están preocupando por los ingresos que pudieran tener las empresas nacionales para poder sobrevivir manteniendo su mano de obra y producción.
Si bien es muy importante reactivar la economía en todo el país, los ciudadanos de a pie nos cuestionamos todavía la medida. Los sectores que hicieron la mayor cantidad de ventas, son los que tienen productos que no son elaborados en el país. Es cierto que ello ayuda a la conservación de muchos empleos en las personas que laboran en esos sectores, pero también es cierto que la producción nacional no se ve muy favorecida. No sé porque al gobierno no se le ha ocurrido que uno de estos tres días que fueron formulados como estrategia para mover más de economía, se pudiera hacer solamente para productos nacionales, independiente del sector que lo produzca. De esta manera la mano de obra nacional y sus empresas se verían favorecidas de verdad con la medida.
La preocupación de nuestros gobernantes debe concentrarse en evitar generar nuevos contagios y para ello hay que invertir mucho más en educación, pero también es cierto que si se toma esta medida como método para reactivar la economía, se piense en la industria nacional y que no sea solamente un discurso y palabras que se lleve el viento.
Indudablemente tenemos que acostumbrarnos a vivir con el virus, y va a ser mucho más llevadero si seguimos todas las recomendaciones que el Gobierno nos da. También es importante hacer una simbiosis con la reactivación económica, y para ello necesitamos tener mucha confianza en las medidas que adopta el Gobierno. Éste último debe adelantar una persecución real contra la corrupción, que es el cáncer que desde hace muchísimos años ha generado tanta violencia y pobreza en este país que tanto amamos. Necesitamos que el gobierno tome medidas que nos generen confianza, esta es la única forma en que los ciudadanos van a seguir todas las recomendaciones.
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