Por. Eduardo Ramos Garbiras
Odontólogo - Magister Salud Pública
Por comodidad y por lógica siempre hemos pensado que el mejor sitio para guardar el cepillo de dientes es el baño. Los estudios muestran que muchos de los gérmenes que se encuentran en los baños, también se han localizado en las cerdas de los cepillos dentales, bacterias como Serratia, Escherichia Coli, Giardia, Salmonelosis, etc. Ellas pueden ser causantes de distintas enfermedades estomacales o intestinales, sobre todo si nuestro sistema inmunológico no tiene unas buenas defensas.
Con todo el conocimiento que ha despertado la pandemia por el COVID-19, también hemos aprendido que los virus se pueden transmitir a través de las cerdas del cepillo dental.
Los estudios nos muestran que 7 de cada 10 personas dejan su cepillo en el baño, y este debería ser lavado y enjuagado después de cada uso, secándolo y almacenándolo en un sitio exclusivo para él (ojalá con un protector de cerdas) en donde tenga buena ventilación y no esté cerca de otros objetos que lo puedan contaminar.
Debes pedirle a tu odontólogo que te recomiende el cepillo adecuado para tus necesidades, y estarlo cambiando cada tres meses o cuando veas que las cerdas del cepillo empiezan a doblarse, ya que en ese momento están perdiendo la efectividad.
Si en casa hay varios niños, enseñarles a no compartir la utilización del cepillo dental, ya que esto puede producir un riesgo de contagio por infecciones cruzadas.
Después del cepillado, enjuaga abundantemente el cepillo para remover pasta dental e impurezas que puedan haber quedado atrapadas en él. No es necesario remojar el cepillo en soluciones desinfectantes o enjuagues dentales para hacer una buena limpieza del mismo. Luego de enjuagar el cepillo, déjalo secar al aire libre y colócalo en posición vertical con las cerdas hacia la parte superior, sin que hagan contactos con otros cepillos si comparten el mismo recipiente. Sería recomendable la utilización de estuches protectores de cerdas. Es necesario visitar a tu odontólogo y seguir sus recomendaciones en el manejo del cepillo dental; igual que renovarlo cada tres meses.