Por: Eduardo Ramos Garbiras
Odontólogo - Magister en Salud Pública
La buena planificación, el diseño, la elaboración y obtención de una linda sonrisa, trajo consigo el avance en materiales odontológicos tanto para el uso clínico como para los técnicos de laboratorios dentales y modificaciones sustanciales en las técnicas de elaboración de restauraciones estéticas.
Los laminados cerámicos constituyen una excelente alternativa para el paciente lograr una sonrisa funcional y armónica por sus propiedades ópticas excelentes, además de su biocompatibilidad con la estructura dentaria y gingival, estabilidad de color y durabilidad a largo plazo, pero se debe destacar que la ejecución del tratamiento con estos materiales implica planificación, el análisis a través de fotografías digitales y del diseño de la sonrisa, encerado de diagnóstico, ensayos de mock-up, el conocimiento de las características del material, dominio de la técnica clínica en cuanto a la preparación de la estructura dentaria preservando el tejido sano por medio del desgaste selectivo, además de la técnica de provisionales y del protocolo para la cementación que requiere ante todo llenarse de mucha paciencia.
“En la actualidad las cerámicas dentales
se han destacado debido a su longevidad clínica,
biocompatibilidad y sus excelentes propiedades ópticas”
(Souza et al, 2015).
La odontología restauradora tiene como objetivo proporcionar una sonrisa armónica donde exista un equilibrio entre función y estética.
Todo el equipo de trabajo: odontólogo, su asistente y el personal del laboratorio deben estar capacitados para brindar confianza y asesoramiento. No debemos sentir temor a asesorar nuestros pacientes en la escogencia del color y de las formas anatómicas. Los colores de blanqueamiento deberían llevar estratificación y tratamientos de la superficie, como la texturización y también brillo mecánico para lograr un mejor efecto de dispersión de la luz. Se requiere contar con excelentes laboratorios si queremos ser exigentes con los resultados.
A comienzos de la década del 60 se empieza a hablar de la odontología adhesiva. Pero solo hasta la década del 90 las técnicas de adhesión se volvieron más populares. Ello le permitió ser una técnica menos invasiva y actualmente la de mayor elección por los profesionales. Los retos estéticos potenciaron su uso de manera exponencial. La técnica permite combinar la adhesión mediante la resina con la cerámica, uno de los métodos para conseguir buenos resultados estéticos a largo plazo.
Este revestimiento está creado en base a materiales cosméticos que tienen un alto contenido cerámico, el cual cuenta con un espesor de entre 0,5 y 1,50 milímetros. En la mayoría de los casos se trata de un tratamiento permanente, su duración es infinita si recibe los cuidados necesarios.
Este tipo de tratamiento es aconsejado en algunos casos especiales, entre ellos cuando se tienen caries dentales, un color que no gusta, defectos en las formas de los dientes, piezas que fueron perdiendo su belleza natural con el tiempo, cuando se busca tener una sonrisa joven y saludable, o cuando se tienen algunas ligeras malformaciones dentales.
Se usan los laminados cerámicos con el fin de solucionar problemas estéticos y funcionales, al ser una técnica en la cual se tiene mucha experiencia los materiales están totalmente garantizados y los resultados, si son realizados por personal con experiencia, son muy buenos. Es importante consultar con un profesional en la materia acerca de qué material se usará en cada caso y cuáles serán los resultados del trabajo.