Por: Eduardo Ramos Garbiras
Odontólogo - Magister Salud Pública
La odontología de hoy, denominada en sus inicios como arte dental, nació en la antigüedad, y sus registros datan de 3500 a.C. en la antigua Mesopotamia.
Los primeros tratamientos dentales eran realizados en el suelo en malas condiciones. Pero se puede observar en estas narraciones la necesidad de un lugar adecuado para realizar dichos procedimientos. La literatura nos remonta al siglo XII cuando el célebre cirujano Abulcasis hiciera referencia en el libro trigésimo de su Kitâb al-Tasrîf, a propósito de la posición que el cirujano y el paciente deben adoptar durante la extracción dentaria: "... coloca después en él (el diente a extraer) las tenazas grandes bien colocadas, y entre tus rodillas la cabeza del enfermo…".
Los sillones dentales de hoy, fundamentales en la práctica odontológica moderna, han evolucionado significativamente desde sus inicios, reflejando avances en comodidad, funcionalidad y tecnología. La escasa literatura sobre el tema y la iconografía que nos proporcionaron los artistas de la época, plasmada en las pinturas populares que se realizaban sobre todo en las plazas públicas, nos brindan información sobre la evolución de los sillones dentales.
Pero podemos asegurar que en los primeros tiempos, lo que pudiéramos definir como los primeros "sillones" dentales eran en realidad sillas comunes, adaptadas para procedimientos básicos. En el siglo diecinueve, los dentistas comenzaron a modificar sillas de madera para inclinar a los pacientes, facilitando el acceso a la boca. Estos asientos no ofrecían mucha comodidad ni estabilidad.
Existen imágenes en la literatura, de sacerdotes realizando procedimientos en sus altares, acompañados de los barberos de la época, quienes oficiaban como ayudantes. Por una prohibición papal del siglo X los monjes debieron abandonar este oficio que fue asumido por los barberos, apareciendo así los cirujanos barberos quienes hacían diversas cirugías y procedimientos como sangrías y extracciones de dientes.
Ya a partir del siglo XIII los cirujanos barberos, empezaron a especializarse cada uno en diferentes oficios, apareciendo entonces los que se dedicaban a los procedimientos dentales. Éstos cirujanos dentistas empezaron a adoptar posiciones de pie para poder trabajar, pero por la incomodidad causada probablemente sufrían de problemas físicos por sus malposiciones. Los trabajos erán realizados en su mayoría en las plazas públicas, donde las cajas donde transportaban las frutas eran utilizadas como sillones y butacas para la atención dental, de ello dan testimonio las múltiples pinturas de la época que muestran al cirujano dentista como personaje que formaba parte del paisaje y de la iconografía de la época.
A mediados del siglo XVII las operaciones dentarias eran hechas en una silla de cocina adaptada, luego en las sillas de los barberos colocaban un apoyo para los brazos a cada lado para que los pacientes pudieran aguantarse en el momento de la extracción. La silla tradicional del barbero, fue entonces adoptando adecuaciones para el dentista.
En el siglo XVIII se consideraba que era mejor colocar al paciente en una postura inferior a la del dentista durante la extracción de una muela. Ludwig Cron prefería operar con el paciente sentado en el suelo sujetando con firmeza la pierna del dentista, grabado de su libro Aderlassen und Zahn-ausziehen. (Sangrado y extracción de muelas, 1717).
Los griegos fueron los primeros en crear un sillón con fines quirúrgicos; ya en 1719 el padre de la Odontología, el francés Pierre Fauchar, recomendó la utilización de un sillón para la comodidad del operador y el paciente. propuesta que aparece en su célebre obra Le Chirurgien Dentiste (París, 1728); Fauchard pasó a colocar al paciente en una silla con respaldar acolchado. De todas maneras los primeros sillones dentales no eran lo suficientemente cómodos para el cirujano dentista.
Con el transcurso del tiempo y en busca de una mayor comodidad se adicionó el apoyo para la cabeza y surge el sillón dental construido como tal por el ingenio del norteamericano Josiah Flagg en los Estados Unidos. Su construcción se cree fue hacia 1790. Tomó un sillón Windsor ordinario y añadiéndole un reposacabezas ajustable y un apoyabrazos de mayores dimensiones para dejar instrumentos, lo que se convirtió en un accesorio del equipo de un gabinete dental muy práctico.
Es en 1832, James Snell patentó el primer sillón reclinable equipado con un espejo para iluminar.
En el año 1847 Jones White inventa un sillón dental con apoya cabeza portátil, especialmente indicado para aquellos dentistas que trabajaban desplazándose o en la calle. Tres años después, en 1850, se crean los primeros sillones reclinables y con un sistema mayor para apoyar los pies.
Hacia finales del siglo diecinueve, la Revolución Industrial trajo consigo mejoras en los materiales y mecanismos. Sillones ajustables con palancas mecánicas comenzaron a aparecer, permitiendo cambios en la posición y altura del paciente. En 1868, James Beall Morrison introdujo un sillón dental reclinable que podía girar y ajustarse, marcando un avance significativo en la ergonomía dental.
En 1871 aparece un sillón para dentistas hecho íntegramente de metal que podía modificar su altura a través de una manivela.
1875: mejora la comodidad del dentista: En Bufalo Dental Ma. Se crea una butaca que se abate hacia atrás permitiendo que los odontólogos puedan trabajar sentados.
En 1877 aparece el primer sillón hidráulico: Wilkerson diseña el primer sillón dental de carácter hidráulico, que permite una mejor posición de la espalda del paciente durante las intervenciones y mejora el trabajo del cirujano dentista. En este proceso de modernización, los movimientos dejaron de realizarse por manivelas, pasando al control por palancas..
En el año de 1.885, Greene Vardiman Black, el más importante y celebre dentista de todos los tiempos, trabajaba en esta sala de operaciones en la ciudad de Jacksonville, Illinois, USA.
El gran cambio llega en 1940, toda una revolución: Ritter Co. crea un sillón para dentistas con aire a presión. El asiento estaba equipado con torno, dispositivo para que el paciente pudiera expulsar la saliva durante las intervenciones y un aparato para realizar radiografías que mejoraba el trabajo del dentista.
A finales del siglo XIX comienza la industrialización de los sillones dentales próximos a los patrones actuales. Aparece el sillón con pedal en 1890, en 1900 con el nacimiento de la odontología pediátrica alcanzó gran demanda el sillón manufacturado.
También durante los años 1887 a 1930 se utilizaba un sillón portátil y de fácil montaje. Estaba acoplado a una caja donde era transportado hasta el lugar donde era necesario.
En la década del 20 existieron otros sillones, estos utilizaban cintas en el tórax, en el abdomen y en las piernas del paciente que servían para su seguridad, eran menos anatómicos que los actuales y recordaban un sillón de barbero.
Ya en los años 30 aparece el típico sillón dental manufacturado con pedal y John Naughton diseña el primer sillón reclinable en 1958.
Otro de los diseñadores modernos que hicieron grandes contribuciones para lo que son actualmente los sillones dentales, fue Jhon Anderson en 1957 quien se basó para su nuevo diseño en los modelos de asientos para pilotos de aviones bombarderos. Él demostró que el sillón tradicional en donde el usuario está sentado, es una posición estresante y en la cual se induce fácilmente al desmayo.
En definitiva, la evolución del sillón dental está marcada por cambios para favorecer la comodidad y experiencia en el dentista del usuario, así como el trabajo del profesional.
Es necesario mencionar que ya la práctica del cirujano dentista requería menos esfuerzo después de 1924 cuando el motor eléctrico substituye el pedal del sillón.
En los años 70 ya el sillón dental adquiere su formato actual, con mesas y aparatos auxiliares, en este período se alcanza la máxima eficiencia en el trabajo del dentista y su asistente con el diseño contorneado y más confortable del sillón. Se empieza entonces retomar los diseños de Le Corbusier (1887-1965), arquitecto suizo, quien diseña el prototipo de los sillones anatómicos modernos, más que apariencia buscaba la comodidad y utilidad. Además de sus muchas obras arquitectónicas, este arquitecto se preocupo por el confort y la comodidad del hombre. Fue así como creo la Chaise Longue en 1928. La novedad principal de esta silla de Corbusier consiste como lo podemos observar en la foto en la angulación que se presenta entre cadera-muslo y muslo-pierna, ángulos iguales, ambos de 135° en donde el usuario adquiere una posición que es mas acostado que sentado, y ello elimina los puntos de tensión.
Tomando el siglo XXI por sorpresa, el sillón dental Belmont X-Caliber ofrecía una gama de características avanzadas como capacidad de elevación de 600 libras, ajuste anatómico, fácil salida, defensa contra bacterias y preprogramabilidad.
Hacia el 2015 el sillón Pelton & Crane, óptimo ergonómicamente, ofrece un mayor confort, el cual mejora la posición del paciente para un mayor acceso del cirujano a la cavidad bucal.
En la actualidad el sillón dental tiene que permitir todas las posiciones de trabajo para la mayor accesibilidad del cirujano dentista durante la atención al paciente, para lo cual es preciso el cumplimiento de las siguientes directrices en su construcción:
Poseer la unidad con comando eléctrico o neumático
Incluir apoyabrazo abatible derecho para permitir el libre acceso del paciente al sillón.
Tener el respaldo amplio en la zona lumbar para el apoyo de los brazos.
Disponer de un sistema de funcionamiento de la unidad dental, ya sea eléctrico, neumático o mixto.
En el mercado existen numerosas líneas de diseño encaminadas a la producción y comercialización de sillones dentales de alta calidad, y de forma general todos presentan:
Cabezal: este debe ser anatómico, liso, delgado y estrecho, cómodo para el paciente
Respaldo o espaldar: sigue la misma línea del cabezal y debe tener la opción de inclinarse hacia atrás y hacia adelante
Asiento: debe ser acolchado con una curvatura anatómica que le ofrezca al paciente un soporte óptimo.
Apoyabrazos: proporciona un apoyo total y continuo de los brazos del paciente.
Base: es el punto de apoyo del sillón en el piso.
Panel de control: está ubicado de tal modo que sea accesible al operador u odontólogo.
Para el diseño y construcción de los sillones dentales los fabricantes tienen que seguir normas y requisitos técnicos.
En la actualidad la ergonomía aplicada a la Odontología tiene como objetivo mejorar la calidad de vida humana y reducir las enfermedades ocupacionales. Los diseños actuales de los sillones dentales, busquen la comodidad del operador y del paciente para lograr el menor impacto en la salud de ambos.
Clasificación de los Sillones Dentales
En la actualidad existen varias clases de sillones odontológicos. Aquí una clasificación del Dr. Gerardo Umaña Llanos. Profesor Universidad del Valle - Cali - Colombia
a. Silla de campaña: Es una silla muy elemental, desarmable y de fácil transporte, no tiene aditamentos pero se le pueden adaptar. Es utilizada mas que todo en zonas rurales. Sillón de Campaña o Portatil
b. Silla tradicional hidráulica: Muy parecida en su posición a las antiguas sillas de peluquería. Tiene un sistema hidráulico accionado por una palanca que eleva el sillón. Para mayor comodidad el operador trabaja de pie pues posee controles en la parte trasera que incomodan para el trabajo sentado del operador.
c. Silla tradicional eléctrica: Es igual que la anterior pero tiene un sistema de elevación eléctrico; además hay unos mas sofisticados que no solo elevan la silla sino que se pueden mover a voluntad del operador.
d. Sillón anatómico: Este sillón busca no solo la comodidad del paciente sino también la del operador, es el de mayor escogencia entre el gremio por varias razones:
1. Distribución uniforme del peso del paciente.
2. Elimina los llamados anclajes de tensión.
3. Facilita la entrada y salida del paciente.
4. Facilita el trabajo sentado del operador y la integración de un equipo con la auxiliar.
5. Facilita el trabajo cardiorrespiratorio del paciente.
d.1. Sillón anatómico modificado: Variedad del sillón tradicional, conserva la misma base pero adopta un espaldar y un sentadero con un diseño mas anatómico.
e. Sillón dental simplificado: Es elemental, tiene las mismas ideas que el sillón anatómico pero con los mínimos componentes, en especial para reducir costos.
Definición de Sillón Dental
Un sillón odontológico, también conocido como sillón dental, es un equipo fundamental en el consultorio dental donde se sientan los pacientes durante los procedimientos. Está diseñado para proporcionar comodidad y relajación al paciente y facilitar el acceso, la movilidad y una posición ergonómica adecuada al odontólogo mientras realiza tratamientos.
Entre sus partes están:
Cabezal: Debe ser anatómico, liso, delgado y estrecho, cómodo para el paciente.
Respaldo o espaldar: Sigue la misma linea del cabezal, y debe tener la opción de inclinarse hacia atrás y hacia adelante.
Asiento: Debe ser acolchado, con una curvatura anatómica que le ofrezca al paciente un soporte óptimo.
Apoyabrazos: Proporciona un apoyo total y continuo de los brazos del paciente.
Base: Es el punto de apoyo del sillón en el piso.
Panel de control: Está ubicado de tal modo que sea accesible al operador u odontólogo.
Lámpara: Equipo que debe la suficiente potencia para iluminar el campo operatorio.
Sistema de succión (eyector): Dispositivo que permite succionar los fluidos que se encuentran en la cavidad bucal durante el tratamiento.
Salivadera o escupidera: En ella el paciente desecha todos los fluidos y restos del material restaurador durante el tratamiento.
La Lampara Dental
Muchas veces el cansancio que afecta al operador, esta relacionado con la pésima utilización de la lampara o el sillón. A pesar de todas las incomodidades que tenga un consultorio odontológico mal dotado, tal vez la más mortificante es la ausencia de una fuente luminosa que nos permita ver bien la boca del paciente.
Razones que justifican la presencia de la lampara
Calidad.
Productividad.
Fatiga.
Distancia focal corta.
Baja reflexión de los tejidos bucales.
Detalles mínimos de trabajo.
Utilización del espejo.
Determinación de colores.
La Iluminación del Consultorio
La correcta iluminación del consultorio odontológico es aquella que más se acerca a la iluminación natural dada por la luz solar.
La iluminación ideal del consultorio odontológico se logra con lamparas fluorescentes con reflectores plateados en su base.
Iluminación Alrededor del sitio de trabajo
E1: 8000 Lux área del operador.
E2: 500 Lux área posterior al paciente.
E3: 1000 lux área de la auxiliar.
Lux: (Voz latina: luz) Física: Unidad de intensidad de iluminación, equivalente a la de la superficie de 1 metro cuadrado sobre la que incide normalmente un flujo luminoso de 1 lumen. Su símbolo es lx. (Salvat).
Lumen: Unidad de flujo luminoso (lm).
Componentes de una lampara dental
Fuente energética.
Bombilla.
Transformador.
Reflector.
Condensador.
Filtro Calórico.
Interruptor.
Control de Intensidad.
Manija.
Soporte o brazo.
Lampara Dental
FUENTE ENERGETICA:
Corriente eléctrica, bien sea corriente alterna o continua.
BOMBILLA:
Ideales las incandescentes, y de ellas las halógenas o de cuarzo.
Constituidas por un filamento de tungsteno, bulbo sellado y lleno de gas inerte para evitar la oxidación del filamento, base o soporte y un reflector de cuarzo.
VENTAJAS DE LA BOMBILLA HALOGENA:
Pequeña y compacta.
Capacidad de reflexión (cuarzo) del 100%.
No forma manchas negras por oxidación de altas temperaturas.
TRANSFORMADOR:
Para mejor rendimiento con un menor costo de consumo, se diseñan las lamparas para trabajo con altos voltajes. La red es de 110-120 voltios, entonces se requiere para transformarla en bajas tensiones.
REFLECTOR:
Concentra los rayos luminosos producidos por la bombilla y refuerza su capacidad de iluminación.
CONDENSADOR:
Condensa los rayos luminosos en rayos fuertes y concentrados.
FILTRO CALORICO:
Para eliminar al máximo el calor indeseable de las lamparas dentales, vienen con un sistema de filtración de rayos calóricos, a veces incluido dentro del mismo sistema óptico.
INTERRUPTOR:
Para apagar y prender a voluntad la lampara.
CONTROL DE INTENSIDAD:
Semejante al interruptor, permite cambiar la iluminación.
MANIJA:
Permite la fácil movilización y localización espacial de la lampara.
La lampara deberá conservar allí su posición.
Debe ser en metal y resistente a los desinfectantes.
SOPORTE O BRAZO:
Une la lampara con su base.
Se puede localizar en el techo, la pared, en el mismo equipo o en el piso.
El soporte debe permitir múltiples movimientos.
En su interior están los cables eléctricos.
Características ideales de una lampara dental
“No es tan importante el diseño exterior, como si lo es la calidad de la luz producida”
Una lampara dental debe reunir ciertas condiciones para ser considerada como optima:
Iluminación.
Temperatura de color.
Indice de rendimiento de color.
Lampara optima
Iluminación:
En el centro del área de trabajo 8000 - 20000 lux.
Temperatura de color:
Debe ser de unos 5500 °K
Indice de rendimiento de color:
La más cercana a 100.
Corriente Eléctrica
Puede ser de dos tipos: alterna o continua.
Las instalaciones se pueden hacer en serie o en paralelo.
La mayoría de los aparatos se instalan en paralelo (ventiladores, rayos X, cavitron, amalgamador, etc.), pues en su instalación están cerrando el circuito.
Instalaciones en paralelo
Instalaciones en serie
Fusible
“Que puede fundirse, hilo o chapa metálica fácil de fundirse, que se coloca en algunas partes de las instalaciones eléctricas para que, cuando la corriente sea excesiva, la interrumpa fundiendose”. Se instala en serie. La presentación comercial más frecuente para los fusibles es de 30 y 60 amperios. Ello es la capacidad de resistencia del fusible que debe ser evaluada por alguien que conozca de ello.
Vatiaje: Se refiere al consumo de un aparato o lo que es lo mismo a su trabajo.
Voltaje: Se refiere al tipo de corriente que llega por las líneas, o sea la tensión que tiene la corriente.
La tensión más utilizada es 110 voltios. Las más comunes son 110 y 120 voltios.
Cuidados para una lampara Dental
Tener referencia exacta del bombillo.
Limpieza de la lampara con tela suave.
Desinfección solo de controles.
El brazo o soporte (lubricación).
No tratar de reparar si esta caliente.
Localización adecuada:
Entrada y salida del paciente.
Alcance de operador y auxiliar.
Solo debe iluminar la boca.
Que no moleste el calor producido.
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